![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicQ-e3zoF_2PNATNoaK2KuTgeovntVrc4O8M9rIxgVWR7-XFD_co5t5WYXe8Y3We9rjaSxy-YTyhd2yne0XvYSoFbgscotAiNM0S1ajaKWcjrnmC1NL-VPGWQi9AuAV7MELOTnVUjYjQ9l/s320/nietzsche_1882.jpg)
¿Qué es entonces la verdad?
Un ejército móvil de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas, adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, a un pueblo le parecen fijas, canónicas, obligatorias: las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son, metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora consideradas como monedas, sino como metal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario