sábado, 5 de noviembre de 2011

IV, 221-232; Odisea.

Este pasaje recuerda la estancia de Telémaco en la corte de Esparta, cuando Helena echó en el vino....

una droga para disipar el dolor y la aplacadora de la cólera que hacía echar a olvido todos los males. A quien la tomara después de mezclada en la crátera no le resbalarían las lágrimas por las mejillas durante un día ni aunque murieran su padre y su madre o mataran ante sus ojos con el bronce a su hermano o a su hijo. Tales drogas ingeniosas tenía la hija de Zeus, y útiles, las que le dio Polidamna, esposa de Tor, la egipcia, cuya fértil tierra produce muchísimas drogas; y después de mezclarlas muchas son buenas y muchas perniciosas; y allí cada uno es médico que sobresale sobre todos los hombres, pues es vástago de Peón. (IV, 221-232)

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