miércoles, 29 de diciembre de 2010

Tres recomendaciones en cine


"¿Por qué hay que hablar siempre?
Muy a menudo habría que callarse, vivir en silencio.
Cuanto más se habla menos quieren decir las palabras."

Vivir su vida, 1962. Jean-Luc Godard




Amor extremo y visceral...

Bad Guy, Kim ki-duk





"Sólo se vive desviviéndose"

Zerkalo (El espejo), 1975. Andrei Tarkovsky

martes, 7 de diciembre de 2010

Alianza (sonata)

NI EL CORAZÓN CORTADO POR UN VIDRIO

en un erial de espinas,

ni las aguas atroces vistas en los rincones

de ciertas casas, aguas como párpados y ojos,

podrían sujetar tu cintura en mis manos

cuando mi corazón levanta sus encinas

hacia tu inquebrantable hilo de nieve.

Nocturno azúcar, espíritu

de las coronas,

redimida

sangre humana, tus besos

me destierran,

y un golpe de agua con restos de mar

golpea los silencios que te esperan

rodeando las gastadas sillas, gastando puertas.

Noches con ejes claros,

partida, material, únicamente

voz, únicamente

desnuda cada día.

Sobre tus pechos de corriente inmóvil,

sobre tus piernas de dureza y agua,

sobre la permanencia y el orgullo

de tu pelo desnudo,

quiero estar, amor mío, ya tiradas las lágrimas

al ronco cesto donde se acumulan,

quiero estar, amor mío, solo con una sílaba

de plata destrozada, solo con una punta

de tu pecho de nieve.

Ya no es posible, a veces

ganar sino cayendo,

ya no es posible, entre dos seres

temblar, tocar la flor del río:

hebras de hombre vienen como agujas,

tramitaciones, trozos,

familias de coral repulsivo, tormentas

y pasos duros por alfombras

de invierno.

Entre labios y labios hay ciudades

de gran ceniza y húmeda cimera,

gotas de cuándo y cómo, indefinidas

circulaciones:

entre labios y labios como por una costa

de arena y vidrio, pasa el viento.

Por eso eres sin fin, recógeme como si fueras

toda solemnidad, toda nocturna

como una zona, hasta que te confundas

con las líneas del tiempo.

Ven a mi lado hasta que las digitales

hojas de los violines

hayan callado, hasta que los musgos

arraiguen en el trueno, hasta que del latido

de mano y mano bajen las raíces.

(Pablo Neruda,NI EL CORAZÓN CORTADO POR UN VIDRIO

en un erial de espinas,

ni las aguas atroces vistas en los rincones

de ciertas casas, aguas como párpados y ojos,

podrían sujetar tu cintura en mis manos

cuando mi corazón levanta sus encinas

hacia tu inquebrantable hilo de nieve.

Nocturno azúcar, espíritu

de las coronas,

redimida

sangre humana, tus besos

me destierran,

y un golpe de agua con restos de mar

golpea los silencios que te esperan

rodeando las gastadas sillas, gastando puertas.

Noches con ejes claros,

partida, material, únicamente

voz, únicamente

desnuda cada día.

Sobre tus pechos de corriente inmóvil,

sobre tus piernas de dureza y agua,

sobre la permanencia y el orgullo

de tu pelo desnudo,

quiero estar, amor mío, ya tiradas las lágrimas

al ronco cesto donde se acumulan,

quiero estar, amor mío, solo con una sílaba

de plata destrozada, solo con una punta

de tu pecho de nieve.

Ya no es posible, a veces

ganar sino cayendo,

ya no es posible, entre dos seres

temblar, tocar la flor del río:

hebras de hombre vienen como agujas,

tramitaciones, trozos,

familias de coral repulsivo, tormentas

y pasos duros por alfombras

de invierno.

Entre labios y labios hay ciudades

de gran ceniza y húmeda cimera,

gotas de cuándo y cómo, indefinidas

circulaciones:

entre labios y labios como por una costa

de arena y vidrio, pasa el viento.

Por eso eres sin fin, recógeme como si fueras

toda solemnidad, toda nocturna

como una zona, hasta que te confundas

con las líneas del tiempo.

Ven a mi lado hasta que las digitales

hojas de los violines

hayan callado, hasta que los musgos

arraiguen en el trueno, hasta que del latido

de mano y mano bajen las raíces.

(Pablo Neruda, Tercera Residencia 1935-1945)

domingo, 5 de diciembre de 2010

Angélica Liddell

alguien me retrató hace ya muchos años. schubert. 30 de octubre (2010)

no tengo otra opción, no, no la tengo

la soledad no te da opciones

el dolor no te da opciones

los sentimientos insuperables no te dan opciones

la genética no te da opciones

los hospitales no dan opción, las cárceles no dan opción, los manicomios no dan opción, y es verdad, están llenos, llenos, completamente llenos

y qué penoso, qué extenuante, hablar con todos aquellos que no entienden nada, nada, contestar a sus preguntas

y por qué tengo que toparme con todos esos, una y otra vez

todos esos que esgrimen lo banal, la frivolidad y el tópico como única arma para humillar, para rebajar, para atacar, para mantener el nivel de su nauseabunda mediocridad

si luchas hay que montar los caballos de aquiles, que saben llorar por el inmenso sufrimiento de los hombres

hasta los caballos lloran

prefiero llorar como un caballo que ser como ellos

"la vida es una tarea de extenuante cumplimiento" schopenhauer

yo diría, la vida es hermosa dependiendo de los hijos de puta que te encuentres.

(Si quiero palabras que sean como las de Liddell admitiendo esta enfermedad de estar vivo)

viernes, 3 de diciembre de 2010

Ocho.

Deja de dejarme con la respiración a medio hacer,
con la sombra rota en mitad de tus manos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Volver

Contar hasta un número delgado,
un esquelético número quebrado
en puntos de formas caleidoscópicas
y visión distraída.

jueves, 28 de octubre de 2010

Natalia Litvinova (Bielorrusia 1986. A los10 años llegó a Bs As)

Troquel

armaré un cuerpo para ti
lo haré describiéndote
y lo abandonaré
para que sepas
lo que hizo la vida conmigo
luego de parirme.




Fauna

En mí
hay animles en bruto
que se extinguen
con cada explicación.



Nostalgía

¿por qué nunca me tomaste de la mano
mientras me desconocía cruzando las calles?
***
asustada supe que llovías sin mí
que para eso no me necesitabas
***
nunca tuvimos después
después tuvimos nunca
Ya me es indiferente en qué lenguaje
no seré comprendida
Marina Tsvetáieva

martes, 12 de octubre de 2010

Literatura & otros drinks


-¿Conoces al Bukowski boliviano?- me dijo un librero cerca de la Av. Buenos Aires en La Paz.

Así empecé mi búsqueda de la obra de Victor Hugo Viscarra (1958-2006), sin duda, unas memorias en las cuales literatura y alcohol no pueden entenderse como algo distinto, sino el conjunto mismo de la creación.


Os dejo un fragmento de unos de sus relatos: Cicatrices de la vida.


Nací viejo.

Mi vida ha sido un tránsito brusco de la niñez a la vejez, sin términos medios.

No tuve tiempo de ser niño. Hay una pelota nuevita, guardada en algún rincón de mis recuerdos. Lo más lógico ha de ser que yo sea un verdadero niño cuando me llegue la vejez. Para ella, es cierto, uno tiene tiempo de sobra. Presumo que ha de ser a los cuarenta y nueve añños, pues si llego a los cincuenta me suicido. Nacionalizo una pistola y me pego un tiro.

Hablar de mi niñez, si vamos a llamarla así, es muy fregado. Quisiera olvidar ese período, pero es imposible. No tengo nada grato que recordar y los hombres que recuerdan con tristeza su infancia -no porque se les haya ido sino porque han sufrido mucho en ella- nunca más podrán ser felices.

¿Dónde andará, por qué caminos se extravió el niño que fui? Si es cierto eso de que en cada hombre hay un niño, el que habita en mi debe ser muy triste.

Viviamos en un departamento de la calle Constitución. Mi madre atendía una pensión, famosa por los caldos de cabeza de cordero. Como no había empleada que la aguantara, mi hermana y yo la ayudábamos. Dormíamos en una sola cama: las dos mujeres en la cabecera y yo a los pies. Apenas empezaba a clarear y el caserío de Challa-Pampa emergía de entre las brumas, mi madre estiraba un pie con violencia y yo abría los ojos en el suelo. Mi hermana era la más perjudicada por ese sentimiento maternal, pues, como estaba a mano, despertaba con un pellizco. La pobre también ha de esconder la niña triste que tiene en el fondo....


("Cicatrices de vida"; Borracho estaba, pero no me acuerdo.)

sábado, 7 de agosto de 2010

Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques (W.S Burroughs y J. Kerouac)

Aquí tenemos la primera novela Beat. Jack Kerouac, acostumbrado a que editores desestimaran su obra y consciente de su talento literario, guardó durante años el manuscrito realizado a dos manos con su gran amigo William S.Burroughs. EL estilo es puramente Beat y relata el comienzo del mito de toda una generación que parece surgir del desastre conocido por el asesinato del joven Lucien Carr a Kammerer. Todo lo que rodea a este grupo de amigos podrían denominarse extremos puntiagudos y vivientes: el alcohol, las relaciones homosexuales en una época difícil para su práctica, las drogas, el vivir al día con el rostro del artista que pide de prestado...; todo en su conjunto supone un documento autobiográfico y excitante.

Para los avanzados o curiosos de la Beat Generation poco cabe explicar de la novela, simplemente es fácil reconocer a los miembros de la generación entre los personajes, un realismo que habla de ficción, una ficción sobre la ficción primitiva que es la vida. En el libro todo late y respira. Perfecto para leerlo del tirón y de resaca.


jueves, 5 de agosto de 2010

Boris Vian: (música, cocina y literatura)



Moriré de un cáncer de columna vertebral
Será en una noche horrible
Clara, cálida, perfumada, sensual
Moriré de podredumbre
De algunas células poco conocidas
Moriré de una pierna arrancada
Por una rata gigante surgida de un agujero gigante
Moriré de cien cortes
El cielo caerá sobre mí
Se hará añicos como un vidrio pesado
Moriré de un grito
Que reviente mis tímpanos
Moriré de heridas sordas
Infligidas a las dos de la madrugada
Por asesinos indecisos y calvos
Moriré sin darme cuenta
De que muero, moriré
Sepultado bajo las ruinas secas
De mil metros de algodón derrumbado
Moriré ahogado en aceite de motor
Pisoteado por bestias indiferentes
Y, justo después, por bestias diferentes
Moriré desnudo, o vestido de rojo
O cosido en un saco con cuchillas de afeitar
Moriré quizá sin preocuparme
Del esmalte de uñas en los dedos del pie
Y con las manos llenas de lágrimas
Y con las manos llenas de lágrimas
Moriré cuando me despeguen
Los párpados bajo un sol rabioso
Cuando me digan lentamente
Maldades al oído
Moriré de ver torturar a niños
Y a hombres asombrados y lívidos
Moriré roído vivo
Por gusanos, moriré
Con las manos atadas bajo una cascada
Moriré quemado en un incendio triste
Moriré un poco, mucho,
Sin pasión, pero con interés
Y luego cuando todo haya acabado
Moriré.


martes, 27 de julio de 2010

Ficción 1

Había tomado. Le gustaba sentir que sus ojos no iban a parar a ningún punto fijo, que era observable sólo a la mitad, como si su cuerpo fuese una tremenda grieta reparada con cemento barato. Solía inventarse todo, hasta el más mínimo suspiro, hasta la sensación más necia del simple amargor de su copa. Era inalcanzable y por eso mismo todos podían estar con ella, aguantar sus largos discursos sin percatarse que lo que realmente decía algo de quién era suponía un silencio ininteligible. Así dejaba caer la boca al filo del cristal cuando la sed no era esa ni ninguna otra que se pudiese encontrar dentro de la medida del espacio. La realidad eran pequeñas dosis de ficción, de noches que podían abarcarla y llenarla de dramatismo. Su existencia era ilógica. Su corazón, una bombona de butano.

sábado, 17 de julio de 2010

Parcelas y ladridos

A media noche viene a visitarme un vecino, se trata de un perro que va arrastrando su lengua ante la soledad de un sábado casero. Las soledades no están tan solas como uno cree, simplemente son comienzos repetidos de otros comienzos. Hunde sus ásperas uñas en mis muslos, reclama lo que todos. Aquí, donde me vi nacer -o me vieron o no fui ni siquiera advertida- prometí la tregua al poema, presintiendo la labor de esculpir cada de uno de los pensamientos en pequeñas y paralíticas narraciones; cosas inútiles, sacarinas, mantas ante el sudor. La noche viene a visitarme porque me estoy dejando arrastrar por lo minucioso, intentando no construir otras ficciones sobre la ficción primitiva. Me encuentro jadeando en unísono con quien vive en la casa de al lado, en plena sapiencia carente de cualquier adjetivación de intelectualidad que descubre la falacia, las parcelas que nos hacen juntarnos, a él y a mí, a él y a ellos, a todos.

Se sienta a mi izquierda, resoplando a cada calada de un cigarrillo cuyo destino era arder, con las orejas estiradas hacía un lugar en el que no estuvimos nunca pero como si hubiese que ir en algún momento. Los perros no proyectan el futuro, su lenguaje siempre es un presente variable. Un ahora ladro y quiero decir algo que en otro fragmento temporal será un cosa diferente, pero el mismo ladrido. El tú y el yo debería de ser así, el ellos y aquellos, también. Pero no. Decidimos que no va a funcionar, que el paso del tiempo será todo fracaso, que allí no iré, que yo nací aquí, que, que, que, ¿Qué?. Los barrotes al proyectarlos se hacen tan largos y la mirada ya estaba educada antes de entrar. Mi vecino se tumba apoyando las barbas que le cuelgan del hocico en sus patas paradas. No hay juicio, aquí ahora no, porque su lengua entró aún sedienta, se alojó a sí mismo en el silencio que somos y ya éramos. Pero sé que al levantarme de esta silla, la sacará con fuerza para refregarla contra mis pies descalzos. Él -mejor que nadie- sabe que los pies son importantísimos para estirar las orejas en medio de un aparente silencio e ir hacía allí, aún así cuando no vas a ninguna parte. Y todo es comienzo. Y todo es ahora. Y ese ahora nunca fracasa, porque sí lo llegará a hacer ya sería un pasado. Ya sería otra noche y no ésta. El perro colea el suelo. Yo, le acaricio el lomo. ¿Para qué más?

miércoles, 14 de julio de 2010

Soy un pez globo



Nunca la conoceré del todo
Sobre héroes y tumbas, Ernesto Sábato


La palabra tiene su terrible limite. Más allá de ese límite está el caos orgánico.
Después del final de la palabra empieza el gran alarido eterno.
Clarice Lispector


Mi corazón es una esponja, una caja negra que recoge
todo cuanto sucede.
Elena Medel



Ilustración: Irmapudor (Gracias)

lunes, 12 de julio de 2010

Uno vuelve a casa por esa tradición del verano; transige con la mala fortuna de haberse hecho a base del silencio que impide esa acción de consentir. Dice una canción de Sabina : "donde uno fue feliz no debiera jamás de volver". Sabio él, que sabía quedarse con el ahora sin proyectar ningún tipo de futuro. La cruel expectativa siempre es sacarina.


Un poema de Alejandro Schmidt diría:


QUÉ ES LA SOLEDAD

un vaso de agua que se pudre

mientras las bocas viajan por el día.



domingo, 20 de junio de 2010

Texto ebrio

Lo mismo. La vida es una pequeña muerta puesta de puntillas. Un aquí ahora no somos nadie. polimorficos seres buscando ser en medio de un tremendo absurdo. Ahora nos hemos tragado el tiempo y su sobremesa. No era entender una actitud bacante, un plazo fijo de pagar a la pregunta con algún precio de ansia. No era eso lo que vine a ver. Plagios de otros con nombres bíblicos y caras llanas. La palabra en todo su límite, blanda, crápula. insistiendo eo estoy aquí he venido a la voz rezagada, soy activa de lo más cruel porque no soy. Tú, con la mirada fija en la vocal sufriendo la llaga del imposible. Si escribo es por la imposibilidad de sentir. Inventio. Inventio una cardiología, un catéter de vida que parece un ventrículo. Así el existir insiste. Podrías caer desde una ventana y seguir respirando. Podrías. Podría el instinto escupir los clavos de la boca, y no hablar con la herida abierta: vagina.

domingo, 13 de junio de 2010

Kérosis

Caminábamos a bocanadas, el verde tierno del aguacate, la lluvia anciana, las esquinas redondas, así como los bichitos escondidos tras el aire, caminábamos, sí, tan pesados, puede. Habíamos conversado sobre ese tipo de peso adicional que ponen algunos a la vida, entre la burla y la teoría de que dentro del Caos hay un sistema reorganizativo; y justo al final de la botella de ese licor alemán que tanto temes que beba. Después, llevarte a un museo cinco minutos antes de que cierre, para salir con esa sensación de inventarte los colores. Discutir que no era tal amarillo sino un pistacho algo estridente, que el café deja un aliento horrible, que no tenemos nada que comer en la nevera. Daba igual. No fuimos nunca ese tipo de seres preocupados por ser. Había algo de mentira en todo y eso era suficiente para dar zancadas, encaramarse por encima de la costumbre y de los edificios delgados de la ciudad. De repente la Pampa, más tarde Marrakech, con tus libros siempre abiertos en la mesita de noche, con la intención de llenarnos del vaciamiento propio de la NADA. Sonreías estando yo tan dormida, viajando con una mochila de grava, fumándome los rostros de unos habitantes virtuosos de ceniza. Igual era la música. Los tonos agudos carcomiéndome el pecho, apolillándome los ojos. Entenderás la necesidad de escribirlo absolutamente todo. Los terraplenes, las horas masticadas a fuerza de paseo, el tú y yo y no todos.

Ya te expliqué por qué nunca te llevé a ese restaurante; allí sólo se va cuando algo acaba. Te enfadabas. Te enfadabas tanto como un niño consentido. Al día siguiente, era levantarse y corretear por la casa, oler a tostadas rostizadas, el ruido del hervir del agua para té... Al día siguiente, era desaparecer...luego... volver a encontrarnos.

miércoles, 2 de junio de 2010

Las uniones imposibles. A.Pizarnik

La desparramada rosa imprime gritos en la nieve. Caída de la noche, caída del río, caída del día. Es la noche, amor mío, la noche caliginosa y extraviada, hirviendo sus azafranadas costumbres en la inmunda cueva del sacrosanto presente. Maravillosa ira del despertar en la abstracción mágica de un lenguaje inaceptable. Ira del verano. Ira del invierno. Mundo a pan y agua. Sólo la lluvia se nos dirige con su ofrenda inimaginable. La lluvia al fin habla y dice.
Meticulosa iniciación del hábito. Crispados cristales en jardines arañados por la lluvia. La posesión del pretendido pasado, del pueblo incandescente que llamea en la noche invisible. El sexo y sus virtudes de obsidiana, su agua flamante haciéndose en contra de los relojes. Amor mío, la singular quietud de tus ojos extraviados, la benevolencia de los grandes caminos que acogen muertos y zarzamoras y tantas sustancias vagabundas o adormiladas como mi deseo de incendiar esta rosa petrificada que inflige aromas de infancia a una criatura hostil a su memoria más vieja. Maldiciones eyaculadas a pleno verano, cara al cielo, como una perra, para repudiar el influjo sórdido de las voces vidriosas que se estrellan en mi oído como una ola en una caracola.
Véate mi cuerpo, húndase su luz adolescente en tu acogida nocturna, bajo olas de temblor temprano, baja alas de temor tardío. Véate mi sexo, y que haya sonidos de criaturas edénicas que suplan el pan y el agua que no nos dan.
¿Se cierra la gruta? ¿Llega para ella una extraña noche de fulgores que decide guardar celosamente? ¿Se cierra un paisaje? ¿Qué gesto palpita en la decisión de una clausura? ¿Quién inventó la tumba como símbolo y realidad de lo que es obvio?
Rostros vacíos en las avenidas, árboles sin hojas, papeles en las zanjas: escritura de la ciudad. ¿Y qué haré si todo esto lo sé de memoria sin haberlo comprendido nunca? Repiten las palabras de siempre, erigen las mismas palabras, las evaporan, la desgranan. No quiero saber. No quiero saberme saber. Entonces cerrar la memoria: sus jardines mentales, su canto de veladora al alba. Mi cuerpo y el tuyo terminando, recomenzando, ¿qué cosa recomenzando? Trepidación de imágenes, frenesí de sustancias viscosas, noches caníbales alrededor de mi cadáver, permisión de no verme por unas horas, alto velar para que nada ni nadie se acerque. Amor mío, dentro de las manos y de los ojos y del sexo bulle la más fiera nostalgia de ángeles, dentro de los gemidos y de los gritos hay un querer lo otro que no es otro, que no es nada....

martes, 18 de mayo de 2010

La UC3M ataca a las Humanidades



La Universidad Carlos III ataca a las humanidades. Ante ésta amenaza, los estudiantes han respondido con una huelga de exámenes. Prefieren carecer de título que obtener uno vacío.




Comunicado contra la reducción docente en el Grado de Humanidades.

Especialmente dirigido a nuestro “Excelentísimo Señor Rector Magnífico”, a todo su equipo y al profesorado del Grado en Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid:

Como alumnos de la primera promoción del grado en la titulación mencionada, ya “expertos” universitarios con un par de años de experiencia a nuestras espaldas, decidimos, colectiva y unánimemente, renunciar a nuestro derecho a examinarnos hasta que se reabra el proceso de implantación del nuevo plan de reorganización docente, que entendemos enteramente fraudulento y degradante para nuestra titulación. Semejante resolución ha sido tomada a causa del profundo rechazo que nos produce el nuevo plan previsto para el tercer y cuarto curso de Grado, mediante el cual se nos reducen horas de clase en unos términos que consideramos inaceptables y que suponen una ofensa respecto a los valores que, a nuestro parecer, ha de encarnar la universidad.

No creemos, sino sabemos, que todo este proceso se ha tejido a nuestras espaldas, se ha fundado en mentiras y se nos ha manejado con tantas irregularidades como palabras vacías. Se ha difundido -haciendo gala de una feroz hipocresía- que se sometió a nuestra consulta, que incluso participamos en el debate: tamaña mentira es sólo comparable con la que pretende hacernos creer que gracias a la reducción de horas de clase mejorará nuestra educación. Apenas pudimos enterarnos, mas que por medio de pequeños resquicios a través de los cuales se filtraba información, de lo que se estaba gestando sobre nuestras cabezas. Aún así, allá donde algún representante de nuestra titulación pudo tener acceso, el rotundo NO a la propuesta estuvo desde un primer momento encima de la mesa, y desde un primer momento fue obviado por todos y cada uno de nuestros interlocutores y representantes institucionales.

Tratamos de manifestar nuestra opinión al respecto por medio de una recogida de firmas en nuestra titulación, secundada por una aplastante mayoría, que resultó, de nuevo, estéril dentro de los juegos burocráticos en los que nos sumerge la Institución, que muy irónicamente alardea de su carácter democrático. Intentamos que se celebrasen reuniones de departamento que nos incluyesen y que tratasen este tema de manera monográfica, con la legítima presencia estudiantil que nos corresponde y a la que no hemos tenido acceso. Solo encontramos evasivas. Por ello, afirmamos sin ápice de duda que todos los esfuerzos dirigidos a transmitir nuestra disconformidad han chocado contra un muro de desprecio y de autoritarismo que nos devuelve a oscuras épocas de la historia social de este país contra la que alguno de los ilustres miembros de esta institución alardean de haber luchado.

Ante esta situación decidimos, movidos por la indignación y la impotencia, negarnos a participar en esta farsa. De esta manera, los alumnos de la primera promoción del Grado en Humanidades asistiremos a todos los exámenes a los que se nos convoque, pero no haremos nada que nos permita obtener un aprobado, renunciaremos pues, de manera voluntaria, a la posibilidad de obtener cualquier calificación. Todo el que piense que aprobar es el objetivo último de lo que queremos alcanzar en la universidad, está tan equivocado como aquel que crea que el otorgarnos un título vacío de contenido nos hará sentir satisfechos y quedarnos en silencio. Todo el que considere que vamos a aceptar la reducción docente con docilidad, comete el mismo error que quien asume que puede degradar nuestra educación impunemente. Nos opondremos a este proceso de forma inflexible, e invitamos a todos y cada uno de los que se sientan identificados con nuestra causa a que nos presten su apoyo y demuestren su rechazo hacia estas medidas, las cuales no son sino agresiones contra todo aquello en lo que creemos y en lo cual hemos depositado nuestras esperanzas de futuro. Aquellos que nos matriculamos hace cerca de dos años en el Grado de Humanidades teníamos una serie de expectativas motivadas por lo que desde esta universidad se nos había vendido. Ahora, a mitad de camino, todos esos compromisos han sido borrados de un plumazo, con una unidireccionalidad y verticalidad impropias de los valores de democracia, igualdad y consenso que enarbola la Carlos III, es decir, todo propaganda. Humo y cenizas es todo lo que se nos ofrece y a lo que se nos condena.

Al observar el lema de esta universidad, “Homo homini sacra res”, apreciamos que ésta sigue verdaderamente unos principios que ahora entendemos macabros. Se pervierte este adagio latino: comprendemos que se nos está tratando como “res”, como cosa, mercancía, número o ganado. El “sacra” sólo permanece ya para generar engaño y confusión, para camuflar una maniobra de instrumentalización de esos mismos deseos que nos llevaron a matricularnos en una carrera y en una universidad pública que traiciona sus propios presupuestos y su función en esta sociedad.

Fdo.:

Primera promoción del Grado en Humanidades de la universidad Carlos III de Madrid.


jueves, 13 de mayo de 2010

Discurso sobre el Amor. El Banquete, Platón.

Empieza el diálogo tras el banquete. Tras el éxtasis de la ebriedad y la lucidez del Sympósion.

[El amor es el Dios más antiguo. Nacidos del Caos dos de sus hijos: Amor y Tierra]

"El amante es algo más divino que el amado, pues está poseído por la divinidad. Sostengo que el amor no sólo es el más antiguo de los dioses y el de mayor dignidad sino también el más eficaz para que los hombres tanto vivos como muertos, consigan virtud y felicidad" Fedro.

"Todos sabemos que no hay Afrodita sin Amor. En el caso, pues, de que fuera única habría tan sólo un Amor, pero como existen dos, necesariamente habrá dos amores. ¿Y cómo negar que son dos las diosas? Una de ellas, la mayor probablemente, no tuvo madre y es hija de Urano -el cielo-, por lo cual le damos el nombre de Urania -Celeste-; la otra, la más joven, es hija de Zeus y de Dione y la llamamos Pandemo -Vulgar-. Pues bien, el Amor de Afrodita Pandemo verdaderamente es vulgar y obra al AZAR. Este es el amor con que aman los hombres viles. Aman más sus cuerpos que sus almas y, por último, prefieren a los individuos cuanto más necios mejor, pues tan sólo atienden a la satisfacción de su deseo. De ahí que les suceda el darse a lo que el azar les depare, tanto si es bueno como si no lo es. En cambio, el de Urania es donde se dirigen los inspirados por este amor, sintiendo predilección por lo que es por naturaleza más fuerte y tiene mayor entendimiento." Pausanias.

"En primer lugar, eran tres los géneros de los hombres, no dos, como ahora, masculino y femenino, sino que había también un tercero que participaba de los dos. Era el Andrógino una sola cosa, como forma y como nombre, partícipe de ambos sexos. La forma de cada individuo era en su totalidad redonda, se espalda y sus costados formaban un círculo; tenia 4 brazos, 4 piernas, 2 rostros sobre un cuello circular y una sola cabeza. Eran tres los géneros porque el macho fue en principio descendiente del Sol; la hembra de la Tierra; y el que participaba de ambos sexos, de la Luna. Y circulares por semejanza a sus progenitores.
Eran seres terribles por su rigor y su fuerza, grande además era la arrogancia que tenían, y atentaron contra los dioses. Entonces Zeus se encontró en un gran aprieto, no les era posible a los dioses darles muerte ni extirpar su linaje. La solución fue cortarlos en dos a cada unos de ellos y así serían a la vez más débiles y se multiplicarían en número. A todo aquel que iba cortando el rayo de Zeus lo iba ordenando Apolo, curándoles y dándoles nuestra apariencia.
Mas una vez que fue separada la naturaleza humana en dos, añorando cada parte a su propia mitad, se reunía con ella. Se rodeaban con sus brazos, se enlazaban entre sí, deseosos de unirse en un sola naturaleza -otra vez- y morían de hambre por no querer hacer nada los unos separados de los otros. Viendo esto Zeus les cambio la posición de sus vergüenzas, situándolas hacia adelante, pues hasta entonces las tenían en la parte exterior y engendraban y parían no los unos en los otros. Esto permitió el lugar de la generación en ellos mismos.
Desde tan remota época, pues, es el amor de los unos a los otros connatural a los hombre y reunidor de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo ser de los dos y de curar la naturaleza humana. Cada uno de nosotros, efectivamente, es una contraseña de hombre, como resultado del corte en dos de un ser. De ahí que busque siempre cada uno a su propia contraseña. Cuando una mujer es un corte de una mujer no presta excesiva atención a los hombres, sino más bien se inclina hacia las mujeres; en el caso del varón para lo mismo.
En cuanto se encuentran con aquella mitad de sí mismos, experimentan entonces una maravillosa sensación de amistad, de intimidad y de amor, que les deja fuera de sí. A ninguno, en efecto, le parecería que ello era la unión de los placeres afrodisíacos. No; es otra cosa lo que quiere: el alma de cada uno, algo que no puede decir, pero que adivina confusamente y deja entender como un enigma. Mientras dure vuestra vida viviréis como si fuerais un solo ser y, una vez que acabe ésta, allí también en el Hades en vez de ser dos seáis uno solo, muertos ambos en común.
Lo que se llama Amor, es el anhelo de nuestra primitiva naturaleza, es el deseo y la persecución de ese TODO." Aristófanes






miércoles, 28 de abril de 2010

Aubry Grosjean

lunes, 26 de abril de 2010

El concepto arracional del arte de Pablo Rokha

“la conciencia se expresa por la reflexión, la subconciencia se expresa por la intuición…” ”la reflexión genera, el concepto; la intuición, la imagen; la reflexión, el discurso y el razonamiento; la intuición, el estilo; la reflexión, la verdad lógica; la intuición, la verdad estética; la reflexión, el conocimiento lógico; la intuición, el conocimiento estético; la reflexión, la filosofía; la intuición, el arte…”


viernes, 16 de abril de 2010

62 / Modelo para armar.

Fragmento

Casi siempre empieza Polanco: Mirá, soñé que estaba en una plaza y que encontraba un corazón en el suelo. Lo levanté y latía, era un corazón humano y latía, entonces lo llevé a una fuente, lo lavé lo mejor que pude porque estaba lleno de hojas y polvo, y fui a entregarlo a la comisaría de la rue de L´Abbaye. Es absolutamente falso, dice Marrast. Lo lavaste pero después lo envolviste irrespetuosamente en un diario viejo y lo echaste al bolsillo del saco. Cómo se lo va a echar al bolsillo del saco si estaba en mangas de camisa, dice Polanco, y el corazón lo llevé a la comisaría y me dieron un recibo, eso fue lo más extraordinario del sueño. No lo llevaste, dice Tell, te vimos cuando entrabas en tu casa y escondías el corazón en un placard, ese que tiene un candado de oro. Vos imagínate a Polanco con un candado de oro, se ríe groseramente Calac. Yo el corazón lo porté a la comi, dice Polanco. Bueno, consiente Nicole, a lo mejor ése era el segundo porque todos sabemos que encontraste por los menos dos. Bisbis bisbis, dice Feuille Morte. Ahora que lo pienso, dice Polanco, encontré cerca de veinte. Dios de Israel, me había olvidado de la segunda parte de mi sueño. Lo encontraste en la Place Maubert debajo de una montaña de basura, dice mi paredro, te vi desde el café Les Motelots. Y todos latían, dice Polanco entusiasmado. Encontré veinte corazones, veintiuno con el que ya había llevado a la policía, y todos estaban latiendo como locos. No lo llevaste a la policía, dice Tell, yo te vi cuando lo escondías en el placard. En todo caso latía, concede mi paredro. Puede ser, dice Tell, el latido me tiene por completo sin cuidado. No hay como las mujeres, dice Marrast, que un corazón esté latiendo o no lo único que ven es un candado de oro. No te pongas misógino, dice mi paredro. Toda la ciudad estaba cubierta de corazones, dice Polanco, me acuerdo muy bien, era rarísimo. Y pensar que al principio solamente me acordaba de un corazón. Por algo se empieza, dice Juan. Y todos latían, dice Polanco. De qué les podía servir, dice Tell.

Julio Cortázar

lunes, 29 de marzo de 2010

El silencio puede existir sin la palabra, pero la palabra no puede existir sin el silencio.

Max Picard

domingo, 28 de marzo de 2010

Un poema de Olga Orozco: "Si me puedes mirar"



Madre: es tu desamparada criatura quien te llama,
quien derriba la noche con un grito y la tierra a tus pies como un telón caído
para que no te quedes allí, del otro lado,
donde tan sólo alcanzas con tus manos de ciega a descifrarme en medio de un muro de fantasmas hechos de arcilla ciega.
Madre: tampoco yo te veo,
porque ahora te cubren las sombras congeladas del menor tiempo y la mayor distancia,
y yo no sé buscarte,
acaso porque no supe aprender a perderte.

Pero aquí estoy, sobre mi pedestal partido por el rayo,
vuelta estatua de arena,
puñado de cenizas para que tú me inscribas la señal,
los signos con que habremos de volver a entendernos.
Aquí estoy, con los pies enredados por las raíces de mi sangre en duelo,
sin poder avanzar.

Búscame entonces tú, en medio de este bosque alucinado
donde cada crujido es tu lamento,
donde cada aleteo es un reclamo de exilio que no entiendo,
donde cada cristal de nieve es un fragmento de tu eternidad,
y cada resplandor, la lámpara que enciendes para que no me pierda entre las galerías de este mundo.

Y todo se confunde.
Y tu vida y tu muerte se mezclan con las mías como las máscaras de las pesadillas.
Y no sé dónde estás.
En vano te invoco en nombre del amor, de la piedad o del perdón,
como quien acaricia un talismán,
una piedra que encierra esa gota de sangre coagulada capaz de revivir al más imposible de los sueños.

Nada. Solamente una garra de atroces pesadumbres que descorre la tela de otros años
descubriendo una mesa donde partes el pan de cada día,
un cuarto donde alisas con manos de paciencia esos pliegues que graban en mi alma la fiebre y el terror,
un salón que de pronto se embellece para la ceremonia de mirarte pasar.

No. Yo no quiero mirar.
No quiero aprender otra vez el nombre de la dicha en el momento mismo en que roen su rostro los enormes agujeros,
ni sentir que tu cuerpo detiene una vez más esa desesperada marea que lo lleva,
una vez más aún,
para envolverme como para siempre en consuelo y adiós.

No quiero oír el ruido del cristal trizándose,
ni los perros que aúllan a las vendas sombrías,
ni ver cómo no estás.
Madre, madre, ¿quién separa tu sangre de la mía?
¿qué es eso que se rompe como una cuerda tensa golpeando las entrañas?,
¿qué gran planeta aciago deja caer su sombra sobre todos los años de mi vida?

¡Oh, Dios! Tú eras cuanto sabía de ese olvidado país de donde vine,
eras como el amparo de la lejanía,
como un latido en las tinieblas.
¿Dónde buscar ahora la llave sepultada de mis días?
¿A quién interrogar por indescifrable misterio de mis huesos?
¿Quién me oirá si no me oyes?

Y nadie me responde. Y tengo miedo.
Los mismo miedos a lo largo de treinta años.
Porque días tras día alguien que se enmascara juega en mí a las alucinaciones y a la muerte.
Yo camino a su lado y empujo con su mano esa última puerta,
esa que no logró cerrar mi nacimiento
y que guardo yo misma vestida con un traje de centinela funerario.

¿Sabes? He llegado muy lejos esta vez.
Pero en el coro de voces que resuenan como un mar sepultado
no está esa voz que hoja sombría desgarrada siempre por el amor o por la cólera;
en esas procesiones que se encienden de pronto como bujías instantáneas
no veo iluminarse ese color de espuma dorada por el sol;
no hay ninguna ráfaga que haga arder mis ojos con tu olor a resina;
ningún calor me envuelve con esa compasión que infunde a mis huesos.

Entonces, ¿dónde estás?, ¿quién te impide venir?
Yo sé que si pudieras acariciarías mi cabeza de huérfana.
Y sin embargo sé también que no puedes seguir siendo tú sola,
alguien que persevera en su propia memoria,
la embalsamada a cuyo alrededor giran como los cuervos unos pobres jirones de luto que alimenta.

Y aunque cumplas la terrible condena de no poder estar cuando te llamo,
sin duda en algún lado organizas de nuevo la familia,
o me ordenas las sombras,
o cortas esos ramos de escarcha que bordan tu regazo para dejarlos a mi lado cualquier día,
o tratas de cosas con un hilo infinito la gran lastimadura de mi corazón.

sábado, 27 de marzo de 2010

Nicole Brossard en "Crítica poética y contracrítica". Addison de Witt

He rescatado una entrada sobre la poeta canadiense Nicole Brossard (1943) y su libro Instalaciones (con o sin pronombres), de lo que puede considerarse el mejor blog de crítica poética. Copio aquí su contenido:


1) Dominio del lenguaje: Brossard posee un dominio de la lengua francesa apabullante, dominio que incluso se transmite en la traducción. En cada poema hace literalmente lo que quiere con la sintaxis y en ningún momento parece que, como está realmente ocurriendo, esté retorciendo el lenguaje. Su manejo sintáctico es un don natural. Y su lenguaje, breve, afilado, mínimo a veces, un regalo:

SILENCIO

promesas que no se cumplen
y la iniciativa de tratar de entender
hasta dónde el cuerpo puede pensar
con toda su prisa su presencia de ánimo
una asiduidad para repetir
sentidos el ultra, el infra, el umbral

2) Capacidad de reflexión poética: Muchos de los numerosos poemas que componen el libro son reflexiones sobre el amor, lésbico en su caso, la muerte, la eternidad, la poesía, la cultura, etc. A la vez que mantiene elevado el nivel poético, logra pensamientos originales y propios.

CONTRALUZ

eso que vive
de las palabras
el fuero interno
todo eso va
a borrarse ante
tu respiración
la muerte, no

3) Fusión de lo erótico: Es difícil encontrar poetas lesbianas que no utilicen el sexo de manera panfletaria. De nuevo, la facilidad, lo natural, es la característico del lenguaje de Nicole. Lo erótico llena mucha de las páginas del poemario ("tengo cuidado / cuando sueño con mi lengua") y establece un diálogo abierto en varios frentes reflexivos, en donde el amor es un referente más de los muchos posibles. He aquí un ejemplo del diálogo sexo-poesía:

ABRAZO

ahora bien trabajar un poema me excita
como la desnudez, usted también la imagen
yo el malva y la identidad
o bailar mucho tiempo muy cercanas
un gran decorado al fondo de la conciencia
hace vida silenciosamente

Sólo en pocas ocasiones el fervor amoroso da lugar a un exceso lírico.

El amor para la poeta son "los actos de transición que nos salvan la vida". La mujer es "un cuerpo impar". En lo imprevisible, cuando titula sexo a un poema, habla del máximo responsable de la iglesia católica, en una de sus pocas referencias políticas: "el papa es un asesino / bastante preciso"

4) Capacidad deconstructiva: Los poemas suelen tener una longitud de no más de diez versos y la puntuación utilizada se limita a las comas. Creando unidades semánticas en cada verso y encabalgando en los momentos precisos, la poeta construye y deconstruye a la vez la estrofas que forman los poemas, generando variadas lecturas y entramando el núcleo de la palabra. En numerosas ocasiones juega a la agramaticalidad y, sin embargo, ésta puede pasar desapercibida. En otros casos, el juego es cubista y se basa en la yuxtaposición. Ella misma la define en un poema: "escribiremos pues con algunas imágenes / menos, otras en medio de nosotras..."

5) La propia reflexión metapoética, que se extiende a lo largo de todo el libro, y su forma de imbricarla de las más variadas maneras, le da un carácter especial: "no firmo la prosa", escribe Nicole.

La poeta transmite la paz y tranquilidad de su escritura:

"al final de un poema me calmo
siempre del lado lento de la voz"

Su orientación hacia una poética esencialista queda reflejada en este manifiesto:

"hay tal vez demasiadas palabras
como en este momento
ir a pensar en un poema"

6) A lo largo de todo el libro, aparece un análisis de la subjetividad y la identidad subyacente. Su mirada, en este punto, es de nuevo original y creativa. Un poema habla específicamente de ésto:

RETRATO

hoy me acostumbro
a responder con un sí o una pregunta
afuera y dentro de mi cabeza
un lujo o si acaso
es claro y frágil, anécdota o envite
una inclinación, una segunda naturaleza
me acostumbro al frotamiento
de las paradojas y los perfumes el bello equívoco
no me aclimato al ruido del gis

En este otro poema el paisaje y la identidad se confunden:

PARAJE

cada vez que me instalo
en un pronombre además del puro yo
me sustraigo de la inquietud
al apuntar con el dedo
la forma movediza de las relaciones
pero la última aflicción viene de la imagen:
a lo lejos
un yo fatal delira en la belleza impersonal

Nicole es la concreción poética y el dominio del lenguaje. Sabe que tenemos el "don de agravar la belleza" y que ésta no necesita adornos superfluos. Por eso su poesía es tan intensa, desnuda y pura. Una poeta, que ha hecho guiños también a la novela-poema en una línea no tan alejada de Anne Carson, que merece una atención mucho mayor por parte de las editoriales de poesía de nuestro país.